Hacía mucho que sentía el deseo de sentir ese enamoramiento irracional característico del inicio de un nuevo amor, sentir las mariposas en el estómago, los temblores y calambres asociados a este estado. Claro, no me imaginé que me llegaría a sentir de esta manera.
La primera vez que me di cuenta que estaba enamorada de vos fue cuando por mis mejillas rodaron dos lágrimas luego de un rechazo insignificante. Me habías dicho "no" por primera vez, en ese momento no estaba acostumbrada a tu rechazo, sin embargo luego de ese primer rechazo una catarata de sentimientos surgieron dentro mio.
Estabas - y creo que estás - lejos de imaginar el efecto que producís en mi...
Tengo registro de cada expresión de tu rostro, solo me basta mirarte por un milisegundo para saber como te sentís o que estás pensando. A veces, cuando estás de buen humor me sonreís, me saludás con la mano, y no sabés que ese simple gesto me reconforta y llena mi corazón de un calor extraño que perdura.
Otros días no son tan buenos, y puedo sentir el rechazo sin siquiera haberte visto una vez, como un monstruo invisible que me espera a mis espaldas listo para atacar en el momento mas oportuno. Me lo veo venir, eso es seguro, simplemente no puedo, ni logro estar preparada para cuando él ataca.
Por un momento me siento una cucaracha, después de a poco siento en mi corazón una puntada y puedo escuchar a mi mente debatir de por qué soy tan estúpida de buscar el dolor, en lugar de escapar de él.
Se que busco ese rechazo, ya que es la única manera de escuchar tu voz.
Te amo, una y mil veces te grito en silencio que te amo.
Aunque no puedas escucharlo, te amo.
Aunque me mates con tu rechazo, te amo.
Te amo, por lo que sos: egoista, con ese carácter ambivalente e impredecible, con tus humos y tu poco humor, con todo, te amo.
Me vas a rechazar cien veces, y ciento una yo volveré a tu lado. A pesar de que el dolor ya es mi constante compañero y aunque a veces me sorprende con el llanto, te sigo amando.
No me haces bien, y aún así te amo.
Llamame masoquista, lo soy.
Pero es porque te amo.
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